Un minuto para Rita
El desacierto de la instrucción recibida por los diputados de Unidos Podemos es un hecho. Y no porque no sea éste el momento de la política, que casi siempre lo es, sino porque la decisión no ha sido la mejor.
Y no lo ha sido por varias razones. En primer lugar porque quizá no es el momento de la disciplina sino de la libertad. En segundo lugar porque, también en este caso, las decisiones hay que someterlas a consideración colectiva, horizontal, democrática. Tampoco era hoy el momento de las cúpulas.
Y en tercer lugar porque en la muerte de una persona, como en los desahucios, hay que pararse delante del sujeto humano y pensar, y nunca pasar por encima con los axiomas. Estimados compañeros y compañeras, si la intención era significar que nuestra formación no quiere sumarse a la hipocresía del hemiciclo, que en eso consistía el minuto, habría que haberlo transmito de otro modo. Por ejemplo así:
“Señorías, la diputada Rita Barberá acaba de fallecer animada, entre otras razones, por la actitud de su propio partido y presuntos compañeros, quienes eludiendo la responsabilidad compartida en los hechos que la justicia le imputaba, prefirieron vincular su persona física y emocional a los cargos, dejándola fuera, dejándola a un lado. Nosotras y nosotros, los diputados de Unidos Podemos acompañamos en el sentimiento a sus familiares y mantenemos ese minuto de silencio, ante la persona y senadora que fallece, fuera del hemiciclo y lejos de su impostura”.